Me gusta esa sensación de vértigo en mi cabeza, es como estar caminando justo antes de una tormenta de verano. (El viento sienta bien en verano). Después de eso espero ansiosa a que llueva como nunca ha llovido y que yo esté debajo. Nunca me dieron miedo las tormentas, me da más miedo la calma, cuando no hay motivo para correr. Nadie me entiende cuando corro y no hay tormenta, cuando corro no pienso en gilipolleces, pienso en mi respiración.
Estamos acostumbrados a buscar una razón para todo, la razón es la tormenta. Pero la tormenta ha pasado y ya no queda nada, absolutamente nada por lo que no correr y salir de aquí.
Me ha gustado mucho. He llegado aqui de coña. un saludo Olivia. Fon.
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